jueves, 15 de diciembre de 2011

Diario de a bordo

 

Foto0142
Este es uno de los cuadros expuestos en la Cervecería Quintana, en donde estuve esta tarde con una amiga. Desconozco el nombre del autor aunque mi amiga me dijo su nombre, ya que estudió con ella. ¡Que cabeciña!   

 

Diario de a bordo
13 de diciembre de 2011
02:30 de la madrugada

Son las dos y media. ¡Que poco sentido tengo! Debería de llevar al menos dos horas durmiendo. Además la otra noche dormí mal. Me desperté un par de veces con angustia. No me atrevía a abrir los ojos y parecía sentir ruidos. Se ve que no me sienta bien dormir sola en casa. ¿Y a quién le sienta bien me pregunto? La soledad pesa, duele, a veces, aunque ahora no, ya no me duele. Y además está Ron, que de no ser por él esta mañana me hubiera quedado dormida. Vino a llamarme a la cama. Como no es capaz de subirse, rasca con sus patitas para que oiga el ruido y también hace un sonido quejicoso, como de mimo. Me tiene robado el corazón.

Son las dos y media de la madrugada y lo que es peor: No tengo sueño. Parece que sí tenía sueño mientras terminaba de darme el atracón de capítulos de “In treatment” (En terapia),  pero ya no tengo. Bye bye sueño.

Así que pienso.

Desde esta mañana que leí un comentario de Juanjo, del blog “La voz del silencio” , en mi post Más cine, por favor que decía: “A kiss is just a kiss. Un beso es sólo un beso. Qué gran mentira. Cada beso es diferente de los demás y ellos lo sabían.”, no puedo dejar de pensar de forma intermitente [más bien imaginar] en escribir tres relatos sobre besos.

Tres besos que serían especiales sin ser apasionados. Tres besos sinceros. Desesperados.

Tengo las tres historias en la cabeza, es más, puedo verlas como si de una película se tratara pero temo que al relatarlos pierdan su encanto, su intensidad. Me asusta que mis tres besos importantes, especiales, grandiosos, se conviertan en tres besos normales y corrientes.

Tendré que pensar un poco más.

Oigo silbar el viento fuera. Con fuerza.

Ha dejado de llover.

Es muy tarde.

Y no me gusta estar sola en casa.

Por la noche.

En diciembre.

 

Mis pupilas siempre tienen sed,
y son sobre tu espalda enredaderas.
todo lo que quiero ver son las aguas,
que inundan tus maneras.
y todas las lagrimas son sal,
del mar de tus secretos,
y todas las paginas están
heridas de tus besos.

Y mi corazón badea popa,
no se donde esta mi ropa,
la habré perdido junto al miedo
.




Y como cada diciembre…


  


sólo quiero un beso eterno
en una habitación sin luz
encenderla y que aparezcas tú…

21 comentarios:

paideleo dijo...

Espero eses relatos de bicos.
Eu teño pudor e fáltame capacidade para escribir sobre os meus bicosimportantes e non serei capaz de publicar nada diso.
E agora vai para camiña que che van sendo horas.

TORO SALVAJE dijo...

No te gusta oír silbar al viento?
Y más si estás tapada en la cama?

Besos.

Esteve Gallardo dijo...

Sirena navideña, motorista, apasionada y ademas escritora......
me alegra tus visitas como siempre y ver que te pasas a verme como yo a ti, mas bien normalmente tengo mas silencios que escrituras...... bueno, bueno, ...... a lo que....... Te deseo unas Felices Fiestas con los mejores amigos, familiares y con los mejores manjares en época de crisis, ya que tu tierra luce de tenerlos..
pues eso
BESOS y cuídate

Belén dijo...

Haz caso a Juanjo, que es un tío sabio, sabio...

Besicos

Myriam dijo...

Toda esta entrada es un puro beso...

Lunática Shop dijo...

Desde aquí te mando un cuarto beso con todo mi corazón..ah, y dile a Congo que al menos te deje un muñeco de tamaño natural cuando está ausente jjj no es lo mismo pero el bulto aparenta y la mente se tranquiliza...
A mi me pasa lo mismo cuando mi chico anda de talleres, echo de menos su movimiento y sus ruidos...y también, como tú, me tranquilizo con mis perretes ;)

semilla dijo...

El beso deseado, el beso no esperado, el beso que nunca tendrá lugar, el beso soñado a la vista de una fotografía...el beso, espero con ansia los relatos y te mando mil besos para tí y para todos los de tu casa...

El Pinto dijo...

Es curioso que no esté catalogado el beso entre los placeres prohibidos, alguno censurado, siempre por torpes, pobre gente de entonces, incapaces de sentir labios, ojos, silencios, miradas, derretidos sus cuerpos, nunca desnudos, en guardia permanente.
El beso, el roce, quizás el más delicado y tierno de las caricias posibles, acompañados de carmín para sellar el contacto, también de los dedos inquietos por prolongar la caricia. Sueño que se escucha, se mira y se contempla, que se palpa, se gusta, regado por la sangre que alimenta, el cuerpo y los amores que transitan por la vida.
Pero los otros, los que se mandan en la distancia sin otra referencia que el afecto, muestras de cariño, son, diría Besos con mayúscula, que se agradecen y mucho.
Gracias Aldabra por tus biquiños

mobtomas dijo...

Ese insomnio quizá se debía a esos relatos de besos que querían que los pusieras en palabras. Ojalá recuperes pronto tu sueño y también que decidas escribir esos relatos latentes. Un abrazo Aldabra.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Ay, cuántas noches solitarias he acumulado...
Besos.

Abejita de la Vega dijo...

La peor hora para la madeja mental: las cuatro de la mañana.

Biquiños, Aldabra

Dilaida dijo...

No es agradable dormir sola y sobre todo en las noches del mes de diciembre. La mejor medicina es pensar en las que estás acompañada, buscar en el recuerdo, una noche de esas buenas, buenas y revivirla aunque sólo sea en la imaginación.
Bicos

Anónimo dijo...

Pues he sentido un beso en tus palabras.
Entiendo tu desvelo y desazón de esas horas. Si el viento llama por la ventana, dormirse es un milagro.

Un beso, dos, tres, cuatro, cinco............................

irene dijo...

También es mi amigo inseparable el insomnio, me acompaña desde hace muchos años casi a diario.
Besos, soledad, compañía..., todo es tan relativo, tan personal, tan íntimo, muchas formas de vivirlo, sentirlo y aceptarlo.
Te deseo tengas siempre en tu vida, felices sueños, compañía y millones de besos.
Biquiños, Aldabra.

Concha L. F. dijo...

Hai días así, nos que non nos pilla o sono. Pero ves? Viñéronche á cabeza unhas historias de bicos.

Agardo por elas...

Máis bicos.

mariola dijo...

En la soledad de la noche el viento silba todavía más y uno piensa a veces con el desasosiego, pero túa has sabido quitarle partido y piensas en historias que nos contarás tan pronto como tengas el puzzle "ben labradiño na cabeza".
y nosotros esperamos...
un abrazo.

Asun dijo...

Ya sabes, si cuando estás sola te da el insomnio, llama a Ron, que acudirá muy contento a hacerte compañía. Él, encantado de la vida.

Un beso para cada uno.

Andy Pática dijo...

El autor de los cuadros de la Quintana, era o es compañero de trabajo de mi madre, tengo algunas dudas! Me ha llamado mucho la atención, porque justo hablamos de ello la última vez que fui a casa.
Besitos!

Paco Cuesta dijo...

Esos besos seguirán siendo importantes. Cierto que quizás no sepamos captar la intensidad, pero serlo. fueron

tonet dijo...

Sirenita...nunca dejaríamos que nada te pasara....

Te entiendo...los besos tienen eco.

Besossssssssssss

Juanjo Montoliu dijo...

A pesar de lo que dice Belén (gracias bonica) no soy nada sabio. Ahora bien, suscribo lo que dije en aquel comentario. Cada beso es diferente, y algunos son sosos, no saben a nada. Esos besos hablan mucho más que mil palabras. ¿Por qué no escribes sobre ellos?

Coincido contigo con lo del frío y Diciembre. Y yo ni siquiera tengo Ron.

Besos.