viernes, 8 de febrero de 2008

Lágrimas (Por Amaro)




Amaro, es un amigo
que he invitado a mi blog

Y ha escrito ésto:





.... ooOOoo.... ....ooOOoo....


Me han dicho que ya no tienes lágrimas, que no lloras.

Eso me ha entristecido. Que lees y vives y que quizás llorarías de vez en cuando pero los ansiolíticos y antidepresivos te lo impiden. Te han robado las lágrimas ¡Ladrones, ladrones!

Cada vez veo más gente a mi alrededor que no puede llorar, que le han robado sus lágrimas ¡Ladrones de lágrimas!

-¡Hay que ser feliz! ¡Dejar vuestras lágrimas!, dicen y les escuchan .y ……convencen

¡Malditos ladrones de lágrimas! ¡Venid a por mi! No, a mí no me las quitaréis.

¡Como voy a traicionar a aquellas que vienen cuando todos, todos, se han ido, que me acompañan en la soledad cuando ya todos en el mundo han muerto! ¡Como abandonar lo único que acaricia mi rostro, cuando estoy huérfano, y ni una mano, entre millones de manos se acerca a besarme! Son las lágrimas las únicas que me abrazan, que me acarician en esos instantes, donde estoy más vivo que nunca, cuando mi corazón se vuelve tan grande que no me cabe en el pecho ¡Que loco de atar abandonaría a unas amigas así!

Tengo un mar en mis entrañas, un mar gigantesco y profundo, sereno a veces, inmenso siempre, amable o impertinente según que día. Y a ese mar, a veces, no le llega el inmenso espacio que ocupa. Y quiere más, más, más y más. Y ansía hacer el amor con la tierra, anegarla, penetrarla, acariciarla. Y mi mar pelea por su libertad, por su sueño, no acepta los límites ni la razón de que es mar. Y se levanta como un caballo guerrero y ruge y se descompone y se agita golpeando las paredes de la costa que la contienen, las paredes de mi alma que la aguantan. Y a veces, sí, a veces, el mar gana, y entre la sangre de la espuma que va dejando en su lucha contra los acantilados de mi cuerpo, ese mar vislumbra tierra que jamás ha mojado y unas gotas de ese mar salen por mis ojos, felices de encontrar un espacio nuevo. Y cuando llegan a mi boca disfruto de su sabor salado. Sal, sal. La sal de la vida. ¡La sal del mar!

¿Vender mis lágrimas? ¡No! Cuando el corazón frío del mundo me atrapa y casi se congela mi cuerpo, ellas vienen y me recuerdan que hay calor todavía.¡ sí, hay calor! Y calientan mis mejillas. Cuando los infiernos me atrapan con su fuego eterno vienen corriendo a refrescarme y mueren por mí, evaporándose en aquel fuego, pero como amantes suicidas vuelven y vuelven y mueren y mueren por mi, y siguen saliendo, peleando con los demonios, hasta restablecer el equilibrio.

¡Ladrones de lágrimas! ¡Sí! ¡Ladrones!

¿Hasta donde llegaría yo, que soy la flecha, en mi felicidad, si mis lágrimas no tensaran la cuerda todo lo posible hacia atrás? Caería triste y torpe a los pies del arco. Y yo no quiero eso. Quiero volar, volar muy lejos ¿Qué para qué? Para eso, para volar, solo para volar

Me han dicho que no puedes llorar. Y estoy triste. Yo lloraré por ti, que te han robado las lágrimas, por todos los de tierra adentro y por los que reniegan del mar

¡Ladrones! ¡Sí! ¡Ladrones! No deberían robar las lágrimas de quien las tiene. No. Deberían devolver las lágrimas a todos aquellos que las han perdido ¡Ladrones, sí, ladrones!. Constructores de mundos secos. Un tren descarrila. Muchos han perdido a sus seres queridos ¡Y aparecen los ladrones de lagrimas para que no lloren a sus seres queridos, para que no sufran!. ¿Y qué les dicen? ¿Qué pudo ser peor, quizás? ¿Les dan pastillas para que no lloren? Mundos secos, mundos raros que yo no entiendo.

Me han dicho que no puedes llorar. Lloraré yo por ti. Lloraré por todos. Pagaré gustoso todos los peajes que pueda pagar con las olas de mi mar.

¡Mundos raros!

Creen los niños que la leche se fabrica en los supermercados. Los mayores que son más listos saben que no, que la leche se fabrica en unas fábricas donde a través de complejos procesos químicos unas substancias determinadas, al final de todo el proceso, se convierten en leche.

¡Mundos raros! ¡Mundos que yo no entiendo!

¡Que sabe el mundo de hoy de la siembra y la cosecha! La semilla en una tierra compacta no prende. Esa tierra es estéril, muerta, sin vida. Hay que romper la tierra, herirla, con profundas heridas, penetrarla hasta lo más hondo, voltearla, airearla. Ahí si prenderán las semillas, de tomates o de flores. Pero eso no basta. Tomates pobres y flores que no serán suficientemente hermosas saldrán de ahí. Hay que abonar. Y hoy todos sabemos que el abono son granitos lindos de colores, que parecen caramelos. Pero no, el mejor abono es el orgánico (orgánico de órganos, vísceras, cuerpos, vida, muerte), El mejor abono no son más que excrementos, basura, desechos, putrefacción de los cuerpos y ……del alma. Con ese abono si saldrán tomates que saciarán nuestra hambre del cuerpo y flores radiantes que saciarán nuestra sed del alma

¡ Te han robado tus lágrimas! ¡Ladrones! ¡ Ladrones!

¡Lloraré por ti! ¡Lloraré por los de tierra adentro!¡Por los que no aman al mar!

No. Yo no dejaré mis lágrimas, mis fieles lágrimas, mis amigas, que me recuerdan siempre, que solo soy un hombre.

Sin ellas…………. Ni eso sería

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